sábado, 12 julio 2025
Pedro Duque (Madrid, 1963) es ingeniero aeronáutico, astronauta y una de las figuras más destacadas del sector Aeroespacial español. Se licenció en Ingeniería Aeronáutica por la Universidad Politécnica de Madrid en 1986 y pronto comenzó su carrera en la Agencia Espacial Europea (ESA), donde trabajó como ingeniero de vuelo y formador de astronautas.

En 1998 se convirtió en el primer astronauta español en viajar al Espacio, participando en la misión STS-95 de la NASA a bordo del transbordador Discovery. En 2003 volvió al Espacio como parte de la misión Cervantes, una estancia de 10 días en la Estación Espacial Internacional. Tras sus vuelos, asumió diversos roles técnicos y de gestión en la ESA y en el sector privado, siendo director de operaciones en Deimos Imaging y responsable de proyectos espaciales.

Entre 2018 y 2021 fue ministro de Ciencia, Innovación y Universidades (posteriormente Ciencia e Innovación) en el Gobierno de España, donde impulsó políticas de fomento a la I+D, la ciencia abierta y la creación de la Agencia Espacial Española.

Desde diciembre de 2023, Duque es presidente de Hispasat y, además, continúa vinculado a la divulgación científica y al impulso de la estrategia Espacial nacional y europea, siendo un referente en la conexión entre ciencia, tecnología y sociedad.

La asociación entre el Espacio y la Defensa y Seguridad es cada día más estrecha

La asociación entre el Espacio y la defensa y seguridad es cada día más estrecha. Tal como explica Pedro Duque, “los ejércitos modernos no pueden operar de forma efectiva sin apoyarse en medios de comunicación, observación de varios tipos, inteligencia de señales, posicionamiento preciso, que cada vez son más dependientes de activos en el Espacio porque son más eficientes y menos vulnerables en general”.

No debemos olvidar, añade el presidente de Hispasat, que “la defensa de nuestro sistema de valores no se ejerce únicamente en el acto de votar, ni siquiera en el activismo a favor del sistema de escudo social y de igualdad de oportunidades, sino también participando en la defensa activa de la sociedad frente a posibles injerencias o incluso ataques físicos que pudieran provenir de fuera.
La defensa de nuestro sistema de valores no se ejerce únicamente en el acto de votar, sino también participando en la defensa activa de la sociedad frente a ataques de fuera”

Igual que la policía es un garante de los derechos de todos, en especial de los vulnerables, las Fuerzas Armadas garantizan el cumplimiento de nuestras reglas en nuestro territorio.

 La industria no se divide entre la de uso civil y la de uso militar, todas las tecnologías y todas las líneas de fabricación pueden tener uso para nuestra seguridad, y de hecho deben ser siempre lo más avanzadas posible y más que las de cualquier adversario potencial. 

La industria del Espacio comprende esta realidad y está atenta a las necesidades de la defensa”.
“Ha de ser un orgullo para todos participar en la seguridad y defensa del sistema social de cualquier injerencia externa, colaborar con todos los que defiendan los mismos principios, y ayudar en lo que podamos a policía y Fuerzas Armadas que cumplan la famosa antigua máxima del Guardia Civil: ‘No debe ser temido sino de los malhechores; ni temible sino a los enemigos del orden”.
Llegó a Hispasat a finales de 2023. ¿Qué balance hace de este periodo?
Mi llegada a Hispasat coincidió con una etapa de consolidación de un cambio estratégico, en el que la compañía había dejado de ser un operador tradicional para adquirir nuevas capacidades con las que prestar servicios de conectividad de manera directa a gobiernos y empresas.
Además, acababa de entrar en operaciones el Amazonas Nexus, un satélite que se diseñó de manera muy oportuna y valiente en un momento previo a la pandemia.
Su planteamiento, con porciones del satélite definidas para clientes específicos como los servicios de conectividad en vuelos comerciales, el gobierno de Groenlandia o el Departamento de Defensa de los Estados Unidos, fue un gran acierto y mostró el camino a seguir en futuros proyectos.
Por último, me encontré a Hispasat embarcada en una iniciativa apasionante como es IRIS2.
Desde entonces, se ha adjudicado IRIS2, hemos intensificado las conversaciones con los gobiernos de América Latina para trabajar de manera conjunta en nuevos proyectos satelitales y hemos estrechado aún más la colaboración con el gobierno de España para que las comunicaciones por satélite se conviertan en una herramienta más para la cooperación internacional, cerrando la brecha digital que mantiene a mucha gente sin oportunidades. Todo esto manteniendo además un buen desempeño comercial en un entorno más complicado que nunca.

Resulta demasiado manido decir a estas alturas que el sector está sufriendo un proceso de transformación, porque hace años que vive instalado en la transformación. Los roles tradicionales han desaparecido, se producen procesos de consolidación y el escenario geopolítico ha puesto de manifiesto la importancia que el Espacio puede tener en el ámbito de la Defensa. Ante todo esto, seguimos trabajando para dar forma a la Hispasat del futuro. 

Si los roles tradicionales han desaparecido,¿También
el del operador?

Si por operador nos estamos refiriendo al mero arrendamiento de capacidad satelital, sí, sin duda. Aquel negocio tuvo un sentido en un momento muy concreto, pero hoy se necesitan soluciones mucho más avanzadas y complejas, diseñadas para las necesidades concretas de cada cliente.

¿Eso incluye también dejar de operar sólo en la órbita geoestacionaria?
Hispasat ha sido un operador de telecomunicaciones por satélite cuya flota se ha situado en la órbita geoestacionaria.

Pero desde la adquisición de Axess Networks nos hemos convertido en un proveedor de servicios por satélite, que se sirve de capacidades propias y ajenas, en órbita geoestacionaria y en órbita baja. Hemos de ser capaces de utilizar todos los recursos a nuestra disposición para dar el servicio más completo a nuestros clientes.

Para ello hemos diseñado soluciones inteligentes de gestión de redes, en las que la conectividad se ofrece a partir de la tecnología satelital más adecuada en cada caso.
¿Es IRIS2 la respuesta europea a Starlink?
Si en cierto modo puede decirse que IRIS2 nace como respuesta a la irrupción de Starlink, lo que desde luego no es correcto es afirmar que IRIS2 es el Starlink europeo.
Los recientes acontecimientos que han sacudido el orden establecido en Europa -desde la pandemia hasta la guerra de Ucrania- han puesto de manifiesto que la Unión no puede permitirse el lujo de carecer de una infraestructura propia de comunicaciones seguras.
Asimismo, necesitamos dotar a nuestra industria de un nivel competitivo del que hoy carecen en comparación con las empresas de otras regiones, impulsando y protegiendo además el componente innovador de nuestro ecosistema de PYMEs y startups.

Partiendo de estos principios, desde el consorcio SpaceRISE estamos trabajando mano a mano con la Comisión Europea y la Agencia Espacial Europea para diseñar un sistema que cumpla con los exigentes requisitos de seguridad marcados desde Europa y que, además, esté operativo lo antes posible.

IRIS2 es un proyecto especial, la primera PPP que se firma en un proyecto espacial europeo. Esta configuración implica que la estructura del consorcio tiene ciertas particularidades. El consorcio está formado por los tres principales operadores de satélites europeos que, además de ser responsables del diseño, la entrega, la explotación y el mantenimiento del sistema, también son inversores en el mismo.

En otras palabras, tenemos dos funciones: somos inversores en el proyecto para el desarrollo de una infraestructura satelital europea resiliente y, por otro lado, somos responsables de su implementación.

Para ello, contamos con un equipo central (“Core Team”) que trae consigo todos los elementos de la cadena de suministro Espacial europea y nos comprometemos a incorporar al proyecto a muchas más empresas europeas (tanto grandes integradores como empresas de mediana capitalización y, en especial, pymes y start-ups) que deseen acompañarnos en este viaje.

En los primeros seis meses del proyecto, hemos podido comprobar el gran interés que ha suscitado en el ecosistema Espacial europeo y trabajamos cada día para incorporar a todos aquellos que tienen algo que ofrecer y quieren compartir nuestros retos.

¿Cuáles son los próximos pasos que tiene el consorcio por delante?
Parece que ha pasado mucho tiempo, pero apenas ha transcurrido más de medio año desde la firma en diciembre de 2024.
IRIS2 es un gran reto. Debemos recordar que IRIS2 es un sistema de sistemas. Desde un punto de vista técnico, se trata de un sistema multiórbita, es decir, varios sistemas interoperables. Hay que distinguir entre los sistemas espaciales, el segmento terrestre, la seguridad, los servicios, etc.
Por otro lado, es un programa de programas. El proyecto se ha estructurado como el primer contrato de concesión firmado en Europa y consiste en una gobernanza pública liderada por la Comisión Europea con el apoyo técnico de la ESA y la EUSPA.
Además, IRIS2 se ha diseñado teniendo en cuenta la seguridad y la resiliencia como ningún otro sistema hasta la fecha, con el fin de responder a servicios que van desde operaciones militares hasta escenarios de seguridad y gestión de crisis, a los que se suman más casos de uso comercial en los ámbitos B2B y B2G. Y todo ello se ha diseñado como una red 5G completa, la primera infraestructura espacial que aborda este reto.
En estos primeros meses del proyecto, hemos centrado nuestra atención en poner en marcha la maquinaria. Como es habitual, el primer año del proyecto es muy importante, ya que nos permitirá confirmar el rendimiento, el calendario y el precio del proyecto.
Directivos y trabajadores de las empresas de defensa y seguridad debemos participar en la pedagogía a la sociedad sobre la importancia de esta industria”
Hemos estructurado los equipos de trabajo, les hemos dotado de recursos y hemos armonizado los métodos de trabajo para garantizar que todos compartan los mismos objetivos y el camino para alcanzarlos.
Hemos trabajado intensamente con la CE y la ESA para estructurar las plataformas técnicas y los sistemas de información con el fin de garantizar que trabajamos como los socios que somos en este proyecto.

Del mismo modo, en los últimos meses se ha realizado un esfuerzo significativo para empezar a trabajar con la industria, comenzando por los miembros del equipo central, que son socios indispensables para el desarrollo del proyecto.

Por último, pero no por ello menos importante, hemos comenzado a dar a conocer IRIS2 en el ecosistema industrial europeo con las jornadas industriales celebradas, que han confirmado el gran interés que está generando este proyecto.

¿Y ahora qué? Tenemos muy claros los objetivos para este primer año del proyecto. Confirmar las prestaciones, el calendario y el precio del proyecto. Este año es crucial para IRIS2

IRIS2 es un sistema que nace para dar servicio a sus Estados miembros. Hispasat tiene una fuerte presencia en el continente americano.¿Cómo casan ambos conceptos? ¿Cuál es la estrategia de la compañía para la región?  
IRIS2 es un enjambre de satélites y, como tal, presta un servicio global. Además, la concepción de PPP de esta iniciativa otorga a los operadores la oportunidad de comercializar capacidades que no estén destinadas a usos gubernamentales y de Defensa.
En este sentido, IRIS2 supone para Hispasat una gran oportunidad para diversificar y fortalecer su capacidad en órbita, accediendo a órbitas no geoestacionarias, y ofrecer nuevas soluciones de alto valor en Iberoamérica.
No obstante, y de forma paralela, seguimos trabajando de una manera muy intensa con gran parte de los gobiernos de la región colaborando en el diseño de soluciones y posibles infraestructuras satelitales soberanas que contribuyan a satisfacer sus brechas de conectividad en ámbitos como la seguridad, la educación o la sanidad.
Los gobiernos iberoamericanos y del Caribe, como en el caso europeo, otorgan una gran importancia a la autonomía estratégica de sus comunicaciones y el satélite es una herramienta clave para garantizarla.
En los últimos años han mantenido una vía de trabajo muy importante con la distribución cuántica de claves

Efectivamente, en Hispasat llevamos años trabajando en la que será la primera misión geoestacionaria de distribución cuántica de claves a nivel mundial. Tras la fase inicial de viabilidad, en la actualidad trabajamos junto a Thales Alenia Space en la fase de desarrollo, construcción, verificación y validación del prototipo de QKD-GEO. 

Se trata de un proyecto que cuenta con un presupuesto de 103,5 millones de euros de la Secretaría de Estado de Telecomunicaciones e Infraestructuras Digitales financiada con los fondos europeos del PERTE Aeroespacial y cuya contratación gestiona el Centro para el Desarrollo Tecnológico y la Innovación (CDTI).
Durante 24 meses, vamos a trabajar en el desarrollo de una carga útil cuántica para ser embarcada en un satélite geoestacionario, así como el del segmento terreno asociado.
En paralelo, a mediados de junio hemos firmado con la Agencia Espacial Europea un acuerdo para poner en marcha Q-Design, que será el primer proyecto a nivel mundial que combine la distribución cuántica de claves a través de satélites geoestacionarios y de órbita baja e infraestructuras terrestres. Es decir, los usuarios de Q-Design podrán intercambiar claves de forma segura a través de cualquiera de estos canales, en función de las condiciones requeridas en cada momento.
Hispasat impulsa conectividad segura y estratégica en Iberoamérica con IRIS2 y liderazgo en comunicaciones cuánticas vía satélite”
Para ello, lideramos un potente consorcio de empresas y organizaciones que cubren toda la cadena de valor y nos aportarán su conocimiento para el desarrollo de un sistema que ofrezca un servicio de alto valor tecnológico.
Tenemos a organismos de investigación como el ICFO y la Universidad Politécnica de Madrid; GMV, Indra y Thales Alenia Space; proveedores de servicios satelitales QKD como SES S4 y SpeQtral; el Centro Criptológico Nacional, Cellnex, Telefónica, BBVA, Santander y Elia, el operador de la red eléctrica belga.

La siguiente fase de Q-Design será financiada por la Agencia Espacial Española (AEE) en el marco del programa ARTES-4S y estará dedicada a la integración de sistemas QKD GEO y LEO y sus interfaces con redes terrestres.

¿Por qué esta apuesta por la distribución cuántica de claves? ¿Qué aporta la tecnología satelital?
La aparición de los ordenadores cuánticos proporciona una potencia de cálculo muy superior a la de los ordenadores tradicionales para determinados problemas matemáticos. Concretamente, es ideal para la descomposición de factores primos en la que se basa la criptografía no simétrica actual.
Esto va a suponer un cambio de paradigma en las comunicaciones seguras, ya que estos ordenadores serán capaces de descifrar los mensajes en clave actuales en cuestión de segundos.

Por ello, es imprescindible desarrollar un sistema que permita enviar información con las garantías necesarias en entornos de comunicaciones gubernamentales, gestión de infraestructuras críticas y aplicaciones y servicios de interés económico, medioambiental o tecnológico, así como en grandes corporaciones. 

En segundo lugar, otra de las cualidades de la tecnología cuántica es que su distribución de claves a través de un sistema de comunicaciones óptico permite comprobar con absoluta certeza y de forma simultánea por emisor y receptor si éstas han sido interceptadas.

Las redes terrestres basadas en fibra óptica son la infraestructura ideal para distancias inferiores a unos cientos de kilómetros, pero más allá sufren pérdidas de señal que impiden que esta transmisión sea lo suficientemente segura. Por eso, los sistemas QKD por satélite son ideales para cubrir largas distancias. 

Otro ámbito en el que Hispasat cuenta con una gran actividad es el 5G

Así es. Hispasat -y el sector de satélites en general- tiene interiorizada la necesidad de que este nuevo estándar incluya al satélite como una de las opciones más que conforman su mix tecnológico.

Por un lado, el satélite puede contribuir al despliegue del 5G en casos de uso como garantizar la conectividad de pasajeros a bordo de aviones, embarcaciones o vehículos terrestres, establecer enlaces troncales en las redes móviles para conectar estaciones base remotas 5G, favorecer el desarrollo de soluciones de Edge Computing mediante la distribución de datos, actuar como complemento de redes terrestres para evitar su congestión o garantizar la continuidad en situaciones de emergencia y conectar objetos de forma global y en áreas aisladas mediante soluciones IoT vía satélite.

Por otro, la integración del satélite en el ecosistema 5G, que incluye los desarrollos direct-to-device, permitirá que el sector acceda a una economía de escala mucho mayor a la que actualmente ha tenido acceso. No se trata sólo de los dispositivos móviles, sino de tener acceso al sector de la automoción, que hasta ahora estaba vetado al mundo satcom dada la reducida interoperabilidad de los terminales.

Con la llegada del 5G satelital, los fabricantes de vehículos podrán contar con terminales estándar con la seguridad de que serán compatibles con cualquier constelación y operador satelital. Este mismo cambio de paradigma ya se está produciendo en el ámbito de la conectividad a bordo de aviones y barcos.

En Hispasat, además de nuestra participación en los grupos de trabajo de 3GPP, el organismo encargado de la estandarización del 5G, estamos involucrados en diversos proyectos europeos de innovación ligados a este ámbito. Y, como ya he mencionado, con IRIS2 estamos desarrollando el que será el primer sistema satelital 5G.

La Comisión Europea ha anunciado recientemente su propuesta de Ley Espacial para impulsar el acceso al mercado Espacial y reforzar su seguridad. ¿Es necesaria una Ley de Espacio?

A lo largo de toda mi trayectoria profesional he seguido esta materia del Derecho Espacial. Bien poco ha ocurrido en coordinación internacional desde los Tratados de los años 60, pero ahora varios países cuentan con leyes nacionales de diversos tipos y focos. 

Hoy, como estamos viendo, es un ámbito que ha adquirido una enorme importancia, especialmente por la irrupción de esas grandes iniciativas en órbita baja que deberían regularse internacionalmente. La Ley Europea de Espacio es un mandato que Andrius Kubilius recibió de Ursula von der Leyen en su nombramiento y ya se ha publicado un borrador que comienza sus trabajos en el Parlamento Europeo.

En la órbita geoestacionaria, donde la densidad de objetos es mucho menor, el ordenamiento está mucho más avanzado y la actuación responsable por parte de las empresas es lo habitual. Este espíritu debería trasladarse también a la órbita baja.

Desde Hispasat, creemos que esta Ley Europea es necesaria. Ha de actuar como contrapeso para crear un equilibrio, que ahora no existe, entre la libertad de las empresas en el acceso a un patrimonio de la humanidad como es el Espacio y una justa regulación que no suponga una carga excesiva para la industria. El mantenimiento de la competencia en un mercado requiere en casi todos los casos de regulación para evitar monopolios.

El reciente apagón eléctrico sufrido en España puso de manifiesto la dependencia energética de nuestra infraestructura de telecomunicaciones. ¿Cuál fue el rendimiento de la conectividad por satélite?
En aquellos clientes de nuestro servicio Conéctate35 de internet para zonas remotas que contaban con autonomía eléctrica, el rendimiento fue perfecto.

El satélite es una infraestructura independiente de la red terrestre y permite mantener la conexión aunque aquella caiga, siempre que se tenga una fuente de alimentación propia. En general, tanto la catástrofe de la riada de Valencia como el apagón del 28 de abril han evidenciado la importancia de la conexión a internet en la vida de los ciudadanos.

Hoy en día, casi todo a nuestro alrededor funciona mediante un acceso a Internet y, por eso, perder la conexión es un problema que va mucho más allá de la mera comunicación entre nosotros.
Por ello, en Hispasat hemos tomado nota rápidamente y hemos diseñado una solución para dotar a las empresas y administraciones públicas de una conexión de respaldo fiable para cualquier imprevisto. Se trata de un terminal de conectividad por satélite que incluye además un sistema de alimentación ininterrumpida para proporcionarle autonomía eléctrica de hasta 16 horas.
La estrategia espacial combina servicios globales, comunicaciones cuánticas seguras y alianzas regionales para impulsar soberanía, conectividad y defensa”
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