sábado, 12 julio 2025
Escolares de un pequeño pueblo sevillano llevan su Constitución Lunar hasta la ESA, demostrando que el futuro del espacio también se escribe desde las aulas.
Un reducido grupo de alumnos del colegio público San Ignacio del Viar en Alcalá del Río, Sevilla, que consta de 700 habitantes, logra que su voz llegue hasta la Agencia Espacial Europea (European Space Agency, ESA) y que su pionero proyecto inspire a expertos, astronautas y autoridades de todo el mundo.
El documento, que ha marcado un antes y un después en la educación y la exploración espacial, es la primera Constitución Escolar Lunar, escrito que propone derechos y deberes para los futuros habitantes de la Luna, y que ha sido presentado en la sede de la ESA en Alemania. Liderada por alumnos de 5º y 6º de Primaria, y el profesor y coordinador de proyecto, Herminio Rodríguez Pozo, la Constitución nació a raíz de una idea tan sencilla como revolucionaria: los niños también tienen derecho a decidir sobre el futuro del Espacio exterior.
La Constitución Escolar Lunar es, en sí misma, el mejor ejemplo de cooperación espacial internacional. Detrás de este proyecto, hay un equipo multidisciplinar de profesionales provenientes tanto de España como de Latinoamérica. Violeta Gandullo (España) se aseguró de que el texto estuviera alineado con los Cinco Grandes Tratados del Espacio y con el Derecho Espacial Internacional, consiguiendo así que no solo fuera ciencia ficción y, además, enseñando a los niños las bases de conocimientos de derecho espacial.
La labor de Gandullo también consistió en coordinar al equipo, clave para el éxito de la publicación: Alejandra Romero, reconocida y galardonada ilustradora y diseñadora gráfica argentina, María Testa (Argentina), quien tradujo parte del artículo a Braille y Marta Cardoso (Argentina), quien adecuó el contenido al lenguaje infantil.
El equipo se esforzó en que la Constitución también fuera inclusiva mediante el uso de una caligrafía apta para lectores con dislexia, representando a diversos astronautas –incluyendo uno con implante coclear y otros con gafas graduadas– y reflejando una amplia variedad de razas, en consonancia con el lema de UNOOSA: SPACE4ALL. Además, se decidió que las banderas fueran inventadas, subrayando así la visión del Espacio ultraterrestre como patrimonio común de la humanidad.
De este modo e inspirados por la Agenda Espacio 2030, por el Derecho Espacial Internacional y por un futuro mejor, los estudiantes elaboraron un texto que aboga por una gestión ética y sostenible de la Luna, incorporando valores como la diversidad, el respeto y la igualdad.
“Art. 4. – El principio de cooperación: Los habitantes lunares tienen el deber de promover la solidaridad y la cooperación en la colonia lunar, fomentando la ayuda mutua y la construcción de una comunidad unida. Se espera que todos los habitantes lunares respeten y cumplan las normas y leyes establecidas en la colonia lunar, contribuyendo a la paz y el orden social.” Constitución Escolar Lunar, CEIP San Ignacio del Viar, 2025.
Durante su viaje a Alemania, apoyado por la Cámara de Comercio de Sevilla, los alumnos presentaron su proyecto en el Centro de Operaciones de la ESA en Darmstadt, contando con el respaldo de la ESA y del programa ARISS, que permitió a los alumnos comunicarse por radio con los astronautas de la Estación Espacial Internacional.
Posteriormente, la ministra de Educación, Pilar Alegría, recibió a los jóvenes en la sede del Ministerio de Educación, Formación Profesional y Deportes en Madrid, reconociendo el impacto del proyecto: “Haber sido capaces de crear, desde lo pequeño, un proyecto tan grande que ha atraído la atención de tanta gente en todo el mundo, es increíble,” comenta Alegría.
Cabe además destacar el apoyo recibido de importantes figuras del sector espacial, como los astronautas Sara García, Pablo Álvarez y Pedro Duque, así como de la Casa Real y la Diputación de Sevilla.
Ahora, impresionado por la energía y el entusiasmo mostrados, Carlos García Galán, ingeniero malagueño y figura clave en el programa Artemis de la NASA —participante en el desarrollo de la nave Orión—, invita al grupo a conocer de primera mano las instalaciones del emblemático Centro Espacial de Cabo Cañaveral, en Florida, epicentro de las operaciones espaciales de Estados Unidos.
La visita está programada para marzo de 2026 y ya cuenta con el respaldo institucional de la NASA y de la Agregaduría de Educación del Consulado de España en Miami, entre muchas otras entidades.
Este hito no es solo un ejercicio académico, sino un ejemplo de cómo la educación puede anticipar el futuro y dar voz a quienes serán protagonistas de la próxima era espacial. Hoy el mensaje es claro: el futuro de la exploración lunar también se escribe desde las aulas porque, como dice Herminio Rodríguez, “una escuela que sueña genera una sociedad más despierta y avanzada”.
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