Este no es el primer retraso que sufre el telescopio, que originalmente estaba planeado para lanzarse al espacio en el 2007, pues ha sufrido varios problemas originados por cuestiones de presupuesto, viabilidad, complicaciones en la integración de los componentes, o el más reciente por las afectaciones de la Covid-19.
La institución que ha liderado este proyecto, desde que fue ideado, ha sido la NASA, pero la Agencia Espacial Europea, ha sido, y es, una aliada muy valiosa. España, a través del Centro de Astrobiología (CAB, CSIC-INSTA), tiene una importante participación en esta misión ya que participa en dos de los cuatro instrumentos del James Webb.
El instrumento NIRSpec (Near Infrared Spectograph) es un espectrógrafo con una altísima sensibilidad que ha sido diseñado y construido por la ESA ayudada por las empresas españolas del sector aeroespacial que han desarrollado importantes componentes del instrumento, como es la electrónica de control, el sistema de cableado criogénico y la cubierta del sistema óptico.
El instrumento versátil MIRI (Mid-Infrared Instrument) es una cámara, coronógrafo y un espectrógrafo que observa radiación infrarroja media con una amplia gama de capacidades y que gracias a la participación española será de diez a cien veces más sensible y contará con una resolución angular de 6 a 8 veces superior que su predecesor.
A diferencia del telescopio espacial Hubble, que orbita a algo menos de 600 km sobre el nivel del mar, el telescopio James Webb permanecerá en una ubicación estacionaria de aproximadamente 1 500 000 km de nuestro planeta. Esta enorme distancia no permite llevar a cabo modificaciones y reparaciones a posteriori. James Webb es un instrumento científico extraordinariamente complejo que, además, va a ser sometido a un estrés extremo. Por lo que es imprescindible que no sea lanzado hasta que los técnicos estén convencidos de que todo va a ir bien.
Crucemos los dedos para que esta vez no haya más retrasos y este instrumento científico pueda por fin poner rumbo al espacio con un propósito muy ambicioso: ampliar sensiblemente nuestro conocimiento del Universo.