viernes, 9 mayo 2025
Este tipo de tecnología es clave para optimizar estrategias de gestión forestal, monitorizar emisiones de gases de efecto invernadero y contribuir a la mitigación del cambio climático”
España es un país protagonista en el ámbito Espacial europeo y, en 2025, tiene varias oportunidades para demostrarlo a través de la participación de la industria nacional en algunas de las misiones más destacadas del año.

Las misiones ESA Earth Explorer Biomass y las del programa Copernicus Sentinel-5, Sentinel-1D y Sentinel-3D son ejemplos de la sinergia entre ciencia, tecnología e industria en nuestro país, donde la participación española, y en especial la de aquellas empresas vinculadas a TEDAE, es esencial para alcanzar sus objetivos.

Sentinel-5: vigilancia atmosférica al servicio del medio ambiente

El programa Copernicus es sinónimo de vigilancia y monitorización de la Tierra, y la misión Sentinel-5 se sitúa en el corazón de este ambicioso proyecto. Dedicada a la observación de la composición atmosférica, Sentinel-5 tiene como cometido principal el seguimiento de gases traza y contaminantes que afectan la calidad del aire. 

Mediante la detección de parámetros como el ozono, el dióxido de nitrógeno y otros compuestos, la misión proporciona datos esenciales para la protección de la salud pública y la formulación de políticas medioambientales.

La alta precisión de los instrumentos a bordo de Sentinel-5 permite identificar y cuantificar episodios de contaminación atmosférica, facilitando la toma de decisiones tanto a nivel regional como global. La capacidad de esta misión para monitorizar de forma continua y sistemática la atmósfera europea la convierte en una herramienta indispensable para afrontar retos medioambientales y de sostenibilidad.

En el caso de Sentinel-5, el papel de la industria española es decisivo. Indra y GMV han desarrollado sistemas de procesamiento de datos y soluciones de análisis que permiten transformar la enorme cantidad de información recolectada en datos útiles para científicos y responsables políticos.

Asimismo, Sener ha participado en la integración de sistemas instrumentales, mientras que Elecnor Deimos ha contribuido en la gestión del segmento terrestre y en el diseño de infraestructuras de comunicación seguras y eficientes. Gracias a estas contribuciones, España no solo fortalece su imagen como actor tecnológico de primer orden, sino que también impulsa el avance de la ciencia atmosférica europea. 

Airbus Defence and Space España mantiene un papel clave en esta misión, heredando experiencia del Sentinel-5 Precursor lanzado en 2017. La empresa ha optimizado los sistemas de control térmico y calibración del instrumento TROPOMI, esencial para mantener la precisión de las mediciones durante la vida útil del satélite. 

La misión generará 1 terabyte diario de información, disponible gratuitamente para gobiernos e instituciones científicas. Kevin McMullan, director del proyecto en la ESA, destaca que “esta transparencia de datos impulsará políticas basadas en evidencias para mejorar la calidad del aire en zonas urbanas e industriales”.

ESA Earth Explorer Biomass: foco en los bosques

La misión Biomass, enmarcada en el programa Earth Explorer de la ESA, tiene como objetivo principal la estimación y cartografía del contenido de biomasa forestal a escala global. 

Será una herramienta de gran ayuda para ayudarnos a comprender el ciclo del carbono y evaluar la salud de los ecosistemas forestales. Gracias a su capacidad para penetrar el dosel forestal, el instrumento permitirá medir la estructura interna de los bosques y cuantificar la biomasa de forma precisa.

Este tipo de tecnología es clave para optimizar estrategias de gestión forestal, monitorizar emisiones de gases de efecto invernadero y contribuir a la mitigación del cambio climático.

Entre las empresas participantes en Biomass, se encuentran, por ejemplo, GMV, que ha aportado su experiencia en el procesamiento de datos y el desarrollo de algoritmos de análisis, mientras que Sener ha contribuido en el diseño de la plataforma y en la integración de sistemas complejos y con el mecanismo de despliegue del reflector de 12 metros, crucial para capturar señales de radar de alta precisión.

Airbus Defence and Space España ha liderado el control térmico del satélite, diseñando y fabricando componentes como heat pipes y mantas térmicas que garantizan la estabilidad operativa en órbita. 

Asimismo, Indra y Elecnor Deimos han participado en la coordinación de la cadena de mando y en la puesta en marcha del segmento terrestre, garantizando que la misión se beneficie de tecnologías de punta y una gestión operativa impecable. Estas empresas, parte de TEDAE, representan el compromiso español con la innovación y la excelencia tecnológica. Su colaboración, que involucra a más de 50 empresas de 20 países, ejemplifica la capacidad española para integrarse en consorcios internacionales de alto nivel tecnológico.

Vega-C colocará a Smile en una órbita terrestre baja, desde la que la nave Espacial se propulsará hacia una órbita terrestre alta”

Sentinel-1D: la revolución del radar en la observación terrestre 

La misión Sentinel-1, en sus distintas variantes, ha revolucionado la forma en que monitorizamos la superficie terrestre. La nueva versión, Sentinel-1D, se perfila como una evolución de esta exitosa serie, incorporando mejoras en la resolución, la cobertura y la capacidad de procesamiento en tiempo real. Esta misión se centra en la observación de la Tierra mediante tecnología radar, permitiendo una monitorización constante de fenómenos como la deformación del terreno, la evolución de glaciares y la dinámica de superficies urbanas y agrícolas.

El radar de Sentinel-1D es especialmente útil para detectar cambios en entornos que resultan difíciles de observar mediante sensores ópticos, ya que opera en condiciones de oscuridad y nubosidad. Esto posibilita un seguimiento continuo de procesos naturales y antropogénicos, convirtiéndolo en un aliado imprescindible para la gestión de desastres naturales y la planificación territorial.

La participación española en Sentinel-1D reafirma el liderazgo del país en el ámbito del radar y la teledetección. Empresas como Sener y GMV han colaborado estrechamente en el desarrollo de software y algoritmos que permiten interpretar las señales radar con gran precisión. Indra ha aportado su experiencia en sistemas de control y monitorización, mientras que Elecnor Deimos ha contribuido al diseño y validación de componentes críticos del sistema.

Han sido determinantes para que la misión cuente con las capacidades técnicas necesarias para operar en entornos complejos y exigentes. Thales Alenia Space España actúa como contratista principal del subsistema de comunicaciones TT&C (Telemetría, Seguimiento y Control), y la contribución española se extiende a empresas como ARQUIMEA, responsable de los sistemas de control térmico para el terminal láser de comunicación, y ALTER, que validó los componentes electrónicos frente a radiación cósmica. Este enfoque multidisciplinar asegura que el Sentinel-1D mantenga la cobertura global cada 6 días, un recurso invaluable para gestionar crisis como inundaciones o erupciones volcánicas.

Vega C: misión Smile

Tras el lanzamiento exitoso del Sentinel 1-C en diciembre de 2024, a finales de 2025 está prevista una nueva misión del cohete Vega-C desde la Guayana Francesa. En este caso, el lanzador pondrá en órbita el satélite Smile (Solar Wind Magnetosphere Ionosphere Link Explorer), una colaboración entre la Agencia Espacial Europea (ESA) y la Academia China de Ciencias (CAS). 

Smile, la primera misión científica Espacial que la ESA y China seleccionan, diseñan, desarrollan, lanzan y operan de manera conjunta, tiene como objetivo estudiar la interacción entre el Sol y la Tierra.

Vega-C colocará a Smile en una órbita terrestre baja, desde la que la nave Espacial se propulsará hacia una órbita terrestre alta. En esta órbita final, en forma de huevo, Smile dará una vuelta alrededor de la Tierra aproximadamente cada dos días. 

Se alejará unos 121.000 km de la superficie terrestre para observar durante más tiempo las regiones polares del norte. Esto le permitirá observar regiones del Espacio cercano a la Tierra durante más de 40 horas seguidas. 

Así examinará por primera vez en vídeo e imágenes de rayos X cómo el viento solar choca contra la burbuja magnética protectora de la Tierra. Gracias a sus imágenes ultravioletas complementarias, se obtendrá la observación continuada más larga jamás realizada de las auroras boreales. Su órbita le permite después acercarse a menos de 5.000 km para descargar los datos recogidos en estaciones terrestres en la Antártida y China.

El Programa Ariane 6:  un nuevo horizonte para Europa

Durante décadas, Europa ha liderado el mercado de lanzamientos espaciales gracias a sus lanzadores Ariane 4 y, especialmente, Ariane 5, que, con su capacidad de realizar lanzamientos dobles de satélites, consolidó la supremacía europea en el Espacio.

El 5 de julio de 2023, el Ariane 5 realizó su última misión, marcando el fin de una era. Sin embargo, la transición al Ariane 6 ha sido más lenta de lo esperado y diversos retrasos han pospuesto su debut hasta 2024.

Actualmente, el Programa Ariane 6 avanza hacia su despliegue completo. El vuelo inaugural del Ariane 6, el maiden flight, tuvo lugar el 9 de julio de 2024, vuelo VA262, exitoso y con diferentes cargas útiles a bordo.

El primer vuelo comercial del Ariane 6, VA263, se realizó el 6 de marzo de 2025, al igual que el anterior, también desde Kourou, en el que llevó a órbita de manera exitosa el satélite de comunicaciones CSO-3. El segundo vuelo comercial del Ariane 6 está previsto en los próximos meses, durante 2025.

La autonomía y soberanía en capacidades de lanzamiento son cruciales para Europa. El Ariane 6, con su diseño modular, y versiones 62 y 64 para 2 ó 4 propulsores de combustible sólido respectivamente, puede lanzar cargas útiles de hasta 20.000 kg a órbita baja terrestre.

Esta capacidad, junto a la flexibilidad y eficiencia, son vitales para asegurar que Europa pueda llevar a cabo misiones Espaciales sin depender de otros países.

La competencia en el sector Espacial ahora es feroz y Europa debe mantenerse a la vanguardia para no perder su posición estratégica, y debe hacerlo con celeridad.

Además, los microlanzadores, capaces de poner en órbita satélites cubriendo una amplia gama de masas en función de las diferentes órbitas, están emergiendo como una solución complementaria dentro del portfolio europeo, siendo esenciales para garantizar la independencia de Europa en el acceso al Espacio.

El Programa Ariane 6, junto con los microlanzadores, representa el futuro para el acceso al Espacio en Europa con autonomía, tanto en misiones institucionales como comerciales, e impulsará significativamente el crecimiento industrial y tecnológico del sector Espacial en Europa. Este avance no solo fortalecerá la economía europea, sino que también permitirá a Europa consolidar su posición estratégica en el ámbito Espacial a nivel mundial.

El vuelo inaugural del Ariane 6, el maiden flight, tuvo lugar el 9 de julio de 2024, vuelo VA262, exitoso y con diferentes cargas útiles a bordo”

LEOPNT-IoD (LEGION) – Pathfinder A: una misión de vanguardia

Los sistemas globales de navegación por satélite (GNSS) juegan un papel crucial en la prestación de servicios de posicionamiento, navegación y temporización (PNT, por sus siglas en inglés). No obstante, todavía hay una serie de casos en los que sus prestaciones precisan una mejora. Entre ellos se incluyen el funcionamiento en entornos interiores, cuando sufren interferencias de radiofrecuencia o la reducción del tiempo de convergencia a una precisión de nivel centimétrico.

Por ello, la Agencia Espacial Europea ha puesto en marcha la misión LEO-PNT IoD (In-Orbit Demonstrator), también conocida como LEGION.

Esta misión se compone de un sistema de 10 satélites que volarán a baja órbita para probar señales innovadoras en varias bandas de frecuencia. De este modo, evaluará cómo una flota LEO puede funcionar en combinación con Galileo, EGNOS y otros GNSS bajo un planteamiento multicapa para aumentar la resiliencia y robustez general de los sistemas PNT y permitiendo así ofrecer nuevas soluciones.

Como parte de esta misión, está previsto lanzar a finales de 2025 un par de CubeSats (satélites Pathfinder A) a una órbita cuasi polar a 550 km de altitud para reducir el riesgo de las tecnologías críticas y la implementación de la carga útil, así como de los receptores de prueba de usuario y el segmento de control terrestre, y para llevar a cabo los primeros experimentos que no necesitan más de un satélite.

 A continuación, se lanzará un conjunto de 4 satélites (los Pathfinder B) para tener una miniconstelación desplegada para 2027. Los resultados obtenidos con este número limitado de satélites podrán extrapolarse mediante simulaciones para evaluar el rendimiento alcanzable con una constelación completa.

LEO-PNT IoD forma parte del programa FutureNAV de la ESA, que busca mantener a Europa a la vanguardia de la navegación por satélite.

Programa SPAINSAT NG: una nueva generación de satélites

El pasado 29 de enero España dio un paso trascendental en su historia Espacial con el lanzamiento del SpainSat NG I a bordo de un Falcon 9 de Space X, marcando el inicio de una nueva era en las comunicaciones seguras y de Defensa.

Se abría así el primer capítulo de un ambicioso programa Espacial con un 45 % de participación de la industria española, promovido por el Ministerio de Defensa e Hisdesat y que culminará el próximo otoño con el lanzamiento del SpainSat NG II, su satélite gemelo.

Los especialistas describen este programa como una auténtica “revolución en las comunicaciones militares”, fruto de más de 15 años de desarrollo y que cobra una especial relevancia en el actual contexto de inestabilidad geopolítica y en el que la autonomía estratégica es la clave.  

Y es que España, con los satélites SpainSat NG, garantiza sus comunicaciones gubernamentales con la máxima seguridad y resiliencia, fortaleciendo su soberanía tecnológica y su papel en la seguridad global.

Su puesta en servicio mejorará la capacidad de respuesta ante emergencias, misiones humanitarias y operaciones críticas de seguridad y defensa. Las Fuerzas Armadas y los organismos gubernamentales españoles serán sus principales usuarios, pero los SpainSat NG también prestarán servicio a países amigos y a instituciones internacionales como OTAN o la Comisión Europea.

Los SpainSAt NG dan paso a una nueva generación de satélites: sus antenas activas en banda X, sus avanzados sistemas de protección contra interferencias y ciberataques, y con cobertura en Europa, América y Oriente Medio implican un salto tecnológico sin precedentes.

El proyecto no solo representa un importante avance estratégico. Ha supuesto además un motor de crecimiento para la empresa Espacial nacional gracias al papel de Hisdesat como compañía tractora del sector. La industria española ha contribuido en el 45% del desarrollo de los SpainSat NG, impulsando la innovación, y en los que han trabajado más de 2.000 ingenieros.

Otro elemento clave de este programa es el Centro de Control de Satélites de Hisdesat, ubicado en la localidad madrileña de Hoyo de Manzanares. Desde estas instalaciones, las modernas y tecnológicamente avanzadas de Europa, se operará y monitorizará este ambicioso programa Espacial. 

Sentinel-3D:  una visión más completa del planeta

Sentinel-3 ha sido tradicionalmente una misión orientada a la monitorización de la superficie terrestre y oceánica, proporcionando datos sobre la temperatura, la composición del agua y la vegetación. La variante 3D, que se espera despliegue en 2025, llevará esta capacidad un paso más allá, integrando un nuevo enfoque para obtener representaciones más completas y precisas del planeta.

Con esta evolución, se pretende mejorar la interpretación de los procesos dinámicos en la Tierra, desde el cambio climático hasta la evolución de los ecosistemas marinos y terrestres. La innovación en Sentinel-3D radica en la combinación de múltiples sensores y la integración de técnicas avanzadas de procesamiento de imágenes, lo que posibilita generar mapas de una calidad sin precedentes.

Estos mapas ofrecen una herramienta esencial para la planificación urbana, la gestión de recursos naturales y la respuesta a emergencias, ya que permiten visualizar de manera integral los cambios en la superficie terrestre y marítima.

El aporte de la industria española es nuevamente fundamental. Empresas como GMV han liderado el desarrollo de algoritmos de reconstrucción tridimensional y análisis de datos, mientras que Sener e Indra han colaborado en la integración de los sistemas instrumentales y en la optimización de la arquitectura del satélite.

Elecnor Deimos se ha encargado, por su parte, del desarrollo del segmento terrestre y de las infraestructuras de recepción y procesamiento, asegurando que la información generada por Sentinel-3D se pueda distribuir de forma eficiente a los usuarios finales.

Thales Alenia Space España participa en la integración del instrumento OLCI (Ocean and Land Colour Instrument), capaz de distinguir 21 bandas espectrales para analizar fitoplancton y clorofila. Airbus España contribuye con algoritmos de procesamiento de datos térmicos.

La colaboración de estos líderes tecnológicos refuerza la capacidad de España para innovar y liderar proyectos Espaciales de alta complejidad. Este satélite hereda el legado del Sentinel-3B, cuyos datos ya han permitido mejorar un 30% las previsiones de rendimiento agrícola en la UE según la Comisión Europea. Con una vida útil estimada de siete años, el 3D asegurará la continuidad de estos servicios hasta al menos 2032.

METOP-SG y la Observación Meteorológica Avanzada

El Programa METOP (Meteorological Operational satellite) arrancó en 2006 con el lanzamiento del METOP-A, el primer satélite meteorológico europeo en órbita polar. Desarrollado por la Agencia Espacial Europea (ESA) y la Organización Europea para la Explotación de Satélites Meteorológicos (EUMETSAT), ha sido fundamental para mejorar las predicciones meteorológicas y la monitorización del clima.

La segunda generación, METOP-SG (Second Generation), representa un avance significativo en la tecnología de observación meteorológica. El programa consta de seis satélites divididos en dos series: METOP-SG-A y METOP-SG-B. Cada serie incluye tres satélites que operan en pares. Los satélites A están equipados con instrumentos como el IASI-NG (sondeo infrarrojo) y el METimage (imágenes multiespectrales), mientras que los satélites B incluyen el SCA (dispersómetro) y el MWI (imágenes de microondas).

METOP-SG y el conjunto de datos procedentes de los innovadores instrumentos europeos embarcados, alimentarán los modelos de predicción, introduciendo mejoras en la precisión y resolución de las mediciones, permitiendo un monitoreo más detallado de las variables físicas críticas. Capacidades avanzadas que son esenciales para la predicción numérica en meteorología, especialmente en regiones polares donde la cobertura de satélites geoestacionarios es limitada.

Los beneficios de METOP-SG son amplios, impactando en diversos ámbitos como la agricultura, la gestión de desastres, y la navegación marítima, demostrando así el importantísimo valor añadido para la sociedad y el retorno de la inversión en tecnología espacial.

Es importante destacar la relación complementaria entre los Programas METOP-SG, que opera en órbita polar, proporcionando cobertura global y con elevada revisita, y MTG (Meteosat Third Generation), que opera en órbita geoestacionaria, ofreciendo vigilancia continua de áreas específicas. La combinación de datos de ambos tipos de satélites maximiza la precisión y efectividad de las predicciones meteorológicas, beneficiando a la sociedad con información muy valiosa. Además, gracias a la cooperación internacional con otras misiones similares, se obtienen beneficios y sinergias entre Europa y otros países, como EE.UU.

El primer satélite de esta nueva constelación, METOP-SG-A1, se lanzará a bordo del Ariane 6 en los próximos meses, durante el año 2025, recorriendo su órbita de polo a polo en aproximadamente 50 minutos. Este satélite estará mucho más cerca de la Tierra que un satélite geoestacionario que orbitaría a una altitud de 35.786 km. METOP-SG-A1 operará a una altitud de 832 km, lo que le permitirá lograr una cobertura global con más de 10 visitas al día y hacer observaciones más detalladas y precisas.

Los beneficios de METOP-SG son amplios, impactando en diversos ámbitos como la agricultura, la gestión de desastres y la navegación marítima”
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