miércoles, 15 enero 2025
La mejor manera de garantizar una conectividad estable, instantánea y universal es a través de los sistemas satelitales multiórbita”

La tecnología satelital, tanto de comunicaciones como de observación de la Tierra, vela por nuestro bienestar a cientos e incluso miles de kilómetros de distancia. Sin embargo, los desarrollos innovadores están mirando ya no sólo a la mejora continua en la seguridad y la respuesta en situaciones de emergencia, sino que trabajan en un horizonte más lejano, el de los futuros asentamientos lunares.

Una mejor seguridad  desde el Espacio

Pocas tareas son tan importantes para un gobierno como la de ser capaz de dar una respuesta rápida y eficaz ante una situación de emergencia. Salvaguardar la vida de sus ciudadanos tras una catástrofe natural o un ataque intencionado debe ser la máxima prioridad. Para llevar a cabo esta importante tarea no solo ha de contar con las últimas tecnologías disponibles en cada momento: se impone una colaboración constante entre la administración pública y el sector privado para que estos desarrollos se realicen de forma coordinada y eficiente.

Un elemento clave en estas situaciones es contar con comunicaciones estables, confiables y seguras, que permitan tener acceso a información precisa y actualizada en tiempo real a todos los equipos que trabajan en contextos de emergencia. En estos momentos, cuando las comunicaciones terrestres suelen ser más vulnerables, ya que los daños en sus infraestructuras pueden dejarlas completamente inoperativas, las comunicaciones satelitales deben ser, por tanto, garantes de una respuesta eficaz a la hora de diseñar la estrategia de respuesta y realizar el seguimiento de misiones de socorro.

Garantizar las comunicaciones seguras soberanas: IRIS2 y GOVSATCOM

La mejor manera de garantizar una conectividad estable, instantánea y universal es a través de los sistemas satelitales multiórbita. Este tipo de soluciones, además de posibilitar acceso a internet en zonas que carecen de una infraestructura de comunicaciones, son fundamentales a la hora de establecer comunicaciones, especialmente de vídeo. El planteamiento multiórbita, al combinar tecnologías LEO, MEO y GEO, permite beneficiarse de las diferentes virtudes de cada una de ellas, como la falta de latencia o la distribución broadcast sobre grandes regiones. 

Esta gran flexibilidad resultaría muy útil tanto en el campo civil como en el militar, por lo que es necesario seguir avanzando en su implantación para alcanzar su uso dual en Europa. De hecho, el sistema IRIS2 de la Unión Europea se plantea como un proyecto multiórbita orientado a aplicaciones militares y comerciales que tiene como objetivo principal garantizar la soberanía en las comunicaciones seguras de los países miembros de la Unión.

La resiliencia y robustez de las comunicaciones ayuda a la coordinación entre los diferentes equipos de soporte. Especialmente, en los primeros compases de una misión, cuando recabar y difundir el estado real de la situación puede provocar cambios en los planes iniciales. A medida que los equipos van tomando posiciones en el tablero de operaciones la comunicación debe ser constante y fluida, máxime si son diferentes los organismos que están trabajando en la respuesta. 

La interdependencia entre diferentes cuerpos y fuerzas de seguridad de un Estado (o incluso de varios, si la situación de emergencia afecta a más de un país) requiere que estas comunicaciones no solo sean robustas. Deben ser, además, seguras y no verse comprometidas tanto por interferencias coyunturales como por ataques deliberados. En este contexto el programa GOVSATCOM, uno de los cinco componentes del programa Espacial de la Unión Europea, tiene como objetivo proporcionar a los gobiernos de los Estados miembro comunicaciones resilientes en estos momentos especialmente críticos.

Este canal de comunicación protegida garantiza el acceso y la disponibilidad a las diferentes entidades gubernamentales, tanto civiles como militares. Pero su área de acción va más allá de las fronteras de los países. Si las zonas afectadas se encuentran más allá de los límites de la UE, esta coordinación podrá mantenerse sin tener que depender de las limitaciones geográficas, pudiendo llevar la ayuda humanitaria a las áreas más remotas del planeta.

Los satélites Spainsat NG I y II, permitirán a nuestras Fuerzas Armadas y de Seguridad contar con comunicaciones encriptadas y seguras en todo el mundo”

Servicio PRS:  robustez y seguridad  en el posicionamiento por satélite 

Una vez que tenemos las comunicaciones garantizadas, tanto desde un punto de vista de disponibilidad como de seguridad, es necesario poder contar con capacidades de posicionamiento que nos permitan llevar a cabo acciones con la mayor precisión posible.

El Public Regulated Service (PRS) es un servicio de navegación satelital que se encuadra dentro del Sistema Galileo y es altamente seguro y resistente a interferencias. Actualmente, se encuentra en un estado de desarrollo avanzado y ya está operativo en algunos organismos de los estados. Aunque su fase de despliegue completo ha empezado este año, se estima que todavía tarde un tiempo en estar completamente operativo.

Spainsat NG I y II. España a la vanguardia de las comunicaciones de Defensa

Los gobiernos de la Unión Europea también trabajan de forma coordinada en el desarrollo de programas Aeroespaciales propios que consolidan la autonomía estratégica de toda la región. En el caso español, destacan los satélites Spainsat NG I y II, que permitirán a nuestras Fuerzas Armadas y de Seguridad contar con comunicaciones encriptadas y seguras en todo el mundo.

Estos satélites, cuya vida útil será de 15 años, reemplazarán a los actuales SpainSat y XTAR-EUR y serán puestos en órbita durante los próximos meses. Este ambicioso proyecto ha contado con la participación indispensable del tejido empresarial del sector Aeroespacial de nuestro país, permitiendo alcanzar sus hitos en los tiempos marcados y con la mayor de las garantías posibles, y desarrollando soluciones en el estado del arte, como las antenas activas, que dotarán a los Spainsat NG de una capacidad operativa sin precedentes.

Conclusión

Como hemos visto, las comunicaciones satelitales juegan un papel crucial para garantizar una respuesta rápida y eficaz en situaciones de emergencia. La fiabilidad y seguridad que deben ofrecer estos sistemas son esenciales cuando las infraestructuras terrestres pueden quedar dañadas o inoperativas. Las constelaciones multiórbita como IRIS2 aseguran una conectividad estable y de baja latencia, facilitando la coordinación entre equipos de rescate y organismos de seguridad, tanto en el ámbito civil como militar. Por su lado, el programa europeo GOVSATCOM proporciona la seguridad que estas comunicaciones resilientes requieren.
A la hora de asignar y dirigir nuestros recursos de forma eficiente las capacidades de posicionamiento por satélite y de observación de la tierra (PRS) y observación son tan importantes como las propias comunicaciones que debemos establecer entre los diferentes equipos. Asimismo, la responsabilidad de los diferentes Estados para desarrollar sus propios programas Aeroespaciales, de forma coordinada con el resto de los países de la UE y en estrecha colaboración con el sector privado, permitirá que los ciudadanos estemos debidamente protegidos y tengamos las capacidades tecnológicas que nuestras sociedades desarrolladas exigen.
Sentinel-1A, fue lanzada en 2014, seguida por Sentinel-1B en 2016, permitiendo un mapeo global cada 12 días”

Copernicus: la misión europea para mejorar la vida de sus ciudadanos

¿Cómo avanzó el flujo de lava del volcán de La Palma? ¿Qué zonas de Grecia fueron devastadas por los incendios del verano de 2023? ¿Qué campos de trigo y maíz necesitan más fertilizantes para evitar malas cosechas? Todas estas preguntas tienen una respuesta en común: el programa Copernicus, una ambiciosa iniciativa de observación de la Tierra liderada por la Unión Europea. Copernicus, al proporcionar acceso gratuito a datos geoespaciales, tiene el objetivo de mejorar la vida de los ciudadanos europeos.
A través de la constelación de satélites Sentinel, Copernicus recopila más de 12 terabytes de datos al día, consolidándose como el mayor proveedor de información geoespacial del mundo. Sus aplicaciones abarcan servicios clave como la vigilancia terrestre, la gestión de emergencias, monitoreo atmosférico, vigilancia del entorno marítimo, cambio climático y seguridad. A continuación, exploramos algunas de las misiones más relevantes que forman parte de este programa.

Sentinel 1 

Mapeo radar de la Tierra  24 horas al día

Sentinel-1 es la primera misión radar de Copernicus, diseñada para mapear la Tierra tanto de día como de noche, y en cualquier condición meteorológica. Este satélite utiliza un radar de apertura sintética (SAR) de banda C para obtener imágenes de alta resolución. La primera nave, Sentinel-1A, fue lanzada en 2014, seguida por Sentinel-1B en 2016, permitiendo un mapeo global cada 12 días.

Buques entre Gibraltar y Algeciras en septiembre de 2017.

El radar de Sentinel-1 tiene la capacidad de observar fenómenos complejos como los vertidos de petróleo en el mar, que son visibles con manchas oscuras. También se utiliza para monitorear el desplazamiento de barcos, proporcionando información vital a guardacostas y servicios de seguridad en tiempo real.

Además, este satélite es clave para la cartografía del hielo en las regiones polares, una herramienta esencial para la seguridad marítima en las rutas del Ártico, así como para determinar la dirección, longitud de onda y altura de las olas, contribuyendo a la predicción meteorológica.

Buques entre Gibraltar y Algeciras en septiembre de 2017.

El uso de Sentinel-1 no se limita al ámbito marítimo. Sus datos son fundamentales en situaciones de emergencia, como terremotos o inundaciones, ya que permiten una rápida evaluación de los daños.

Medición de radar de Sentinel-1 tras el terremoto de Marruecos en septiembre de 2023, usada para analizar cómo se ha desplazado el suelo.

Sentinel 2

imágenes multiespectrales para el monitoreo terrestre

Sentinel-2 es otra misión clave de Copernicus, dedicada al monitoreo terrestre mediante imágenes multiespectrales de alta resolución. Cada satélite Sentinel-2 (A,B y C) está equipado con una cámara que capta 13 bandas espectrales, que permite ver y analizar algunos aspectos de la superficie terrestre que quedan ocultos a la vista humana. Sentinel-2 es crucial para la agricultura de precisión, ya que proporciona datos sobre la salud de los cultivos y ayuda a los agricultores a optimizar el uso de fertilizantes y agua.

Imagen captada por Sentinel-2 en el que se muestra es cómo la región de Stung Treng, en Camboya, ha sufrido una fuerte deforestación entre 2018 y 2024 - ©  European Union, Copernicus Sentinel-2 imagery - August 2024.

Desde inundaciones hasta planificación urbana

Con un ciclo de repetición de cinco días, los satélites Sentinel-2A, Sentinel-2B y Sentinel-2C ofrecen una visión constante de la superficie terrestre. Entre sus usos más destacados se encuentran el monitoreo de desastres naturales, como incendios forestales e inundaciones, y la planificación urbana. Además, gracias a sus capacidades multiespectrales, es posible detectar cambios en la vegetación, como las áreas deforestadas en la provincia camboyana de Stung Treng, proporcionando datos vitales para la lucha contra la deforestación.

Una de las aplicaciones más fascinantes de Sentinel-2 ha sido el descubrimiento de colonias de pingüinos en la Antártida, gracias a la detección de manchas de guano en el hielo. Aunque los pingüinos son demasiado pequeños para ser visibles en las imágenes, sus excrementos permiten a los científicos seguir su distribución y cambios en las poblaciones.

En octubre de 2021, Sentinel-2 captó un nuevo flujo de lava del volcán en erupción en la isla española de La Palma. Esta imagen fue procesada en color verdadero, utilizando el canal infrarrojo de onda corta para resaltar el flujo de lava.

Imágenes de guano y de la nueva colonia creada por los pingüinos gracias a Sentinel-2 Cape Gates Antarctica, Sentinel-2 © ESA
En octubre de 2021, Sentinel-2 captó un nuevo flujo de lava del volcán en erupción en la isla española de La Palma”

Sentinel 3

Previsión oceánica  y vigilancia medioambiental  y climática

Sentinel-3 amplía la misión de Copernicus a la observación de la topografía y temperatura de los océanos y la superficie terrestre. Equipado con un altímetro y un radiómetro, Sentinel-3A y Sentinel-3B miden la altura de la superficie del mar, así como la temperatura de los océanos y la tierra, con una precisión de hasta un kilómetro.

Sentinel-3 ha sido crucial en la vigilancia de fenómenos meteorológicos extremos, como la tormenta Filomena en 2021, que cubrió gran parte de España con nieve. Las imágenes de Copernicus capturaron la magnitud de la tormenta y facilitaron la planificación de respuestas de emergencia. Asimismo, durante la ola de calor del verano de 2023, el satélite permitió medir la temperatura de la superficie terrestre en Europa, revelando valores extremos que superaron los 46°C en ciudades como Roma y Sevilla.

Imagen de la Península Ibérica y el impacto de la tormenta Filomena en la zona central y nororiental.

Sentinel 5P

Sentinel-5P: calidad
del aire y vigilancia atmosférica

Sentinel-5P es una misión precursora de la futura Sentinel-5, diseñada para monitorizar los gases y aerosoles que afectan la calidad del aire y el clima. Este satélite, lanzado en 2017, llena el vacío de datos dejado por el satélite Envisat y proporciona información crítica sobre la concentración de gases como el dióxido de nitrógeno, monóxido de carbono y ozono.

Una de las contribuciones más importantes de Sentinel-5P ha sido el monitoreo de la contaminación atmosférica en las principales ciudades europeas, permitiendo a los gobiernos implementar medidas más eficaces para mejorar la calidad del aire. Además, sus datos son esenciales para evaluar el impacto de los incendios forestales y las emisiones industriales en el clima global.
Altas concentraciones de dióxido de azufre sobre el Golfo Pérsico e India entre 2017 y 2018 captadas 11por Sentinel 5-P.

Sentinel 6

Altura de la superficie  del mar

Sentinel-6 lleva un radar altímetro para medir la altura global de la superficie del mar, principalmente para estudios climáticos y del océano. El primer satélite se puso en órbita en noviembre de 2020.

Copernicus Sentinel-6 se compone de dos satélites idénticos que están casi en tiempo real proporcionando información sobre la altura de la superficie del mar, la altura de las olas y la velocidad del viento, para apoyar la oceanografía operativa y la vigilancia del clima.

Sentinel-4 y Sentinel-5,  el futuro próximo

En los próximos años, se espera el lanzamiento Sentinel-4, enfocado a  la vigilancia atmosférica y que se embarcará en un satélite Meteosat Tercera Generación-Sonda (MTG-S) en órbita geoestacionaria, y Sentinel-5, que  vigilará la atmósfera desde la órbita polar a bordo de un satélite MetOp de Segunda Generación. Estas misiones, junto con el desarrollo continuo de tecnologías de observación, garantizarán que Copernicus siga proporcionando datos vitales para la gestión de emergencias, la planificación agrícola y la protección del medio ambiente.

Imagen artística de Sentinel-5.
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