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15 años de espacio – PROESPACIO
sábado, 21 diciembre 2024
La evolución del sector Espacial en España durante los últimos 15 años ha sido notable, experimentando un crecimiento significativo en términos de inversión, proyectos, ecosistema empresarial y logros tecnológicos. Desde el desarrollo y lanzamiento de satélites hasta la participación en misiones espaciales internacionales, España se ha posicionado como una potencia emergente en el campo de la exploración y utilización del Espacio.

Para dimensionar en su justa medida el avance significativo de nuestro país en el sector espacial vamos a repasar algunos de sus hitos más memorables. Este resumen no pretende ser exhaustivo, las diferentes publicaciones que lleva a cabo TEDAE a lo largo del año son una buena fuente para aquellas personas que quieran profundizar más en cualquiera de los temas que abarca este reportaje. Pero, para que el análisis sea lo más completo posible, nos hemos planteado un cuádruple enfoque para profundizar.

Los cuatro ejes, interrelacionados entre sí, que creemos vertebran la evolución que hemos experimentado son: los organismos públicos en donde se enmarcan las diferentes iniciativas que se llevan a cabo en nuestro país, tanto nacionales como europeos, la participación del país en misiones internacionales, el desarrollo de las empresas del sector a lo largo de estos años y cómo ha sido la evolución de la inversión pública y el impacto que ha generado en el sector.
Los organismos públicos del sector espacial: la AEE
Empezando por el primer eje que hemos mencionado, la creación de la Agencia Espacial Española (AEE), que finalmente vio la luz el año pasado, se erige como el acontecimiento más destacado de nuestra historia reciente. Su nacimiento tiene un objetivo doble: unificar las políticas espaciales de nuestro país y coordinar de forma efectiva y estratégica los servicios y acciones que llevamos a cabo.
La creación de este organismo ha resuelto, sin lugar a duda, una necesidad que en el pasado se suplía mediante una multitud de organismos nacionales e internacionales a través de los cuales la participación de nuestro país podía quedar diluida. De hecho, su nacimiento ha propiciado que España lidere, por primera vez, una misión de la Agencia Espacial Europea (ESA).
La misión ARRAKIHS será lanzada en 2030 y su objeto de estudio es la materia oscura del universo, coordinando un consorcio internacional donde también participarán otros países como Suiza, Reino Unido, Bélgica, Suecia, Austria y Estados Unidos.
España se ha posicionado como una potencia emergente en el campo de la exploración y utilización del espacio”
La participación española en misiones internacionales
Como indicábamos en el segundo eje al que hacíamos referencia en nuestra introducción, nuestro país cuenta con una dilatada experiencia de participación en misiones internacionales.
A través de la ESA y del programa Copernicus de la Unión Europea, España ha participado en la creación y despliegue de satélites como el Sentinel-2, que proporciona imágenes de alta resolución para el estudio y monitoreo de la Tierra.

Estos avances han permitido mejorar la gestión del territorio, la preservación del medio ambiente y la prevención de desastres naturales en España y otras regiones del mundo.

Además de tener una presencia muy destacada en el lanzamiento de satélites al Espacio, España también ha participado en misiones planetarias llevadas a cabo recientemente. La colaboración entre la ESA y la NASA ha permitido a España contribuir con su experiencia y tecnología en misiones como Marte Express, Mars Science Laboratory y Mars Sample Return.
Estas misiones han proporcionado datos cruciales para la comprensión del planeta rojo y han supuesto un claro catalizador para la investigación Espacial de nuestro país.
Impresión artística del orbitador Mars Sample Return
Además, España ha logrado importantes avances en materia de nanosatélites y cubesats. Estos pequeños satélites, de coste reducido y tamaño compacto, han facilitado el acceso al Espacio a empresas emergentes y centros de investigación.
España ha desarrollado y lanzado varios de estos nanosatélites, especialmente a través del programa QB50 de la ESA, que ha permitido a científicos españoles contribuir a la investigación en microgravedad, atmósfera terrestre y otras áreas de interés científico.
La guinda del pastel a la participación española en misiones espaciales internacionales la tenemos con la selección de dos españoles, el ingeniero aeronáutico Pablo Álvarez Fernández y la investigadora Sara García Alonso, para incorporarse al equipo de astronautas de la ESA.
DEIMOS-1
Julio 2009
DEIMOS
AMAZONAS-2
Octubre 2009
SMOS
Noviembre 2009
SMOS
HISPASAT-1E
Diciembre 2010
HISPASAT-1E
MSG-3
Julio 2012
MSG-3
CURIOSITY
Agosto 2012
CURIOSITY
AMAZONAS-3
Febrero 2013
AMAZONAS-3
GAIA
Diciembre 2013
GAIA
Hemos demostrado con creces ser capaces de desarrollar tecnología puntera y revolucionaria dentro del sector espacial, y ahora podremos también llevarla a la práctica en una variedad de misiones.
Ecosistema español de empresas del sector Espacial
Paralela a esta colaboración internacional, el sector privado espacial español ha experimentado un crecimiento significativo. El ecosistema de empresas del sector de nuestro país ha desempeñado un papel clave en el desarrollo y lanzamiento de satélites de comunicación, observación de la Tierra y navegación por satélite. Estas compañías han sido responsables de importantes proyectos y han posicionado a España como un actor relevante en la industria espacial a nivel global.
CAB, Centro de Astrobiología de la Comunidad de Madrid, ubicado en Torrejón de Ardoz
El desarrollo de nuestro tejido empresarial también ha contribuido a crear un empleo de calidad para nuestro país. En 2009 la cifra de empleos directos del sector espacial español estaba en torno a las 3.200 personas trabajadoras.

Los últimos datos publicados por TEDAE para el año 2022 aumenta esta cifra hasta casi los 6.000 empleos directos, convirtiendo a España en el quinto país europeo en función al número de trabajadores permanentes que desarrollan su actividad en el sector espacial.

Si agregamos los datos de facturación anual de las empresas del sector espacial hemos pasado en siete años de los 834 millones a 1.065 millones de euros anuales, representando ya casi el 1% del PIB de nuestro país.
Pero las empresas del sector espacial no solo son un motor económico y de empleo importante. También contribuyen de forma estratégica al desarrollo y mantenimiento de nuestras sociedades democráticas.

Su estrecha vinculación con la seguridad y defensa de los países convierte a las empresas del sector en aliados y garantes de los derechos y libertades de los ciudadanos de los países.

Volviendo al concepto de nanosatélites que mencionamos en la sección de las misiones donde España viene jugando un papel importante, es obligatorio hablar del ecosistema que esta tecnología está alumbrando bajo el paraguas del New Space.
HISPASAT 74W-1
Marzo 2014
hispasat 74w-1
DEIMOS-2
Junio 2014
DEIMOS
MSG-4
Julio 2015
MSG-4
LISA PATHFINDER
Diciembre 2015
EXOMARS
Marzo 2016
EXOMARS
HISPASAT 36W-1
Enero 2017
HISPASAT-1E
SENTINEL - 3A
Febrero 2017
AMAZONAS-5
Septiembre 2017
amazonas
Este nuevo ámbito permite que un nuevo perfil de empresa pueda jugar ahora un papel destacado en la carrera espacial, accediendo a un campo que previamente solo estaba disponible para grandes organizaciones.
España está siendo uno de los principales países cuyos avances tecnológicos están contribuyendo a revolucionar la conectividad y las comunicaciones seguras, y a que este nuevo perfil de empresas se desarrolle en todo su potencial.
La importancia de la inversión pública para la industria Espacial

Un factor determinante para el desarrollo de las empresas del sector es la dotación por parte de las instituciones públicas, a través de aportaciones economicas a las diferentes misiones donde España puede jugar un papel importante.

Si nos centramos específicamente en la dotación económica con la que la AEE nace, vemos que contará con unos 700 millones de euros, una cifra más elevada de la que inicialmente se le había asignado. 

Hay que destacar que esta partida incluye también la aportación con la que España contribuye a la ESA, originalmente 250 millones de euros y que se irá elevando hasta los 300 millones.

Impresión artística del orbitador Mars Sample Return
La tendencia positiva en la inversión de los programas espaciales no siempre ha estado presente en nuestros presupuestos. Al comienzo de la década pasada, con el país atravesando una fuerte crisis económica, tuvo lugar la Conferencia Ministerial de la ESA en la que España solo pudo contribuir con 83 millones de euros en el programa opcional, cuando en ediciones anteriores se habían rebasado los 300 millones.
Ahora, nuestro país está más involucrado en las misiones internacionales de nuestro entorno y nuestras empresas pueden concurrir y exportar una tecnología que cuenta con un gran reconocimiento dentro del sector.
PAZ
Febrero 2018
PAZ
HISPASAT 30W-6
Marzo 2018
SENTINEL 3-B
Abril 2018
BEPI COLOMBO
Octubre 2018
CHEOPS
Diciembre 2019
CHEOPS
SOLAR ORBITER
Febrero 2020
SOLAR _ORBITER
SENTINEL-6A
Noviembre 2020
SENTINEL-6A
SEOSAT INGENIO
Noviembre 2020
SEOSAT INGENIO
En cuanto a la infraestructura espacial, España ha invertido en la modernización y optimización de sus centros de investigación y lanzamiento. El Centro de Astrobiología (CAB), ubicado en Madrid, es uno de los principales centros de investigación de este tipo a nivel mundial.

Además, el Puerto Espacial de El Arenosillo en Huelva se ha convertido en un centro de referencia para el lanzamiento de cohetes y la rea lización de pruebas en condiciones similares a las del Espacio.

Los retos por venir los próximos años
Como vemos a través de estos hitos (y otros que nos es imposible abarcar, paradójicamente, por cuestiones de Espacio) hemos experimentado un gran cambio en estos años. Sin embargo, los años venideros nos traen nuevos retos a los que el sector deberá dar respuesta a través de sus desarrollos. La sostenibilidad es, sin lugar a duda, una de las áreas de mayor preocupación para todos nosotros.
El sector espacial se presenta como un aliado que aporta nuevas herramientas que nos permitirán crecer de forma responsable con nuestro planeta. La mejor monitorización de la Tierra y sus cambios climáticos podrá ayudarnos en la lucha contra los efectos meteorológicos severos, la deforestación o la sequía.
El progreso en las comunicaciones que los satélites que ponemos en órbita propician es otra palanca de sostenibilidad. Por no hablar de tecnologías específicas que son embarcadas en nuestras aeronaves y que podrán ser aplicadas, más tarde o más temprano, en el conjunto de la sociedad para que todos nos podamos beneficiar de estas ventajas.
Curiosamente el avance del sector espacial en pos de una mayor sostenibilidad ha creado un problema específico: la basura espacial. No solo supone un problema para las otras naves en órbita, sino que representa también una amenaza para todos nosotros. Contar con programas de retirada activa, propiciar una desorbitación controlada, establecer una legislación clara que marque las pautas que todas las potencias espaciales respeten o el desarrollo de tecnologías que contribuyan a mitigar este problema son algunas de las medidas que los países pueden llevar a cabo para mantener nuestro Espacio lo más organizado posible.
PERSERVERANCE
Febrero 2021
PERSERVERANCE
ELSA QUANTUM
Julio 2021
ELSA QUANTUM
JAMES WEB
Diciembre 2021
JAMES WEB
EJERCITO DEL AIRE
Junio 2022
ejercito del aire
ARTXEMIX-1
Noviembre 2022
ARTEXMIS-1
MTG-I1
Diciembre 2022
MTG-I1
Otra de las tendencias principales, también relacionada con el concepto de sostenibilidad, es el modelo Satellite As A Service, o SataaS. Los servicios satelitales completos a través de plataformas basadas en la nube, eliminando la necesidad de que las empresas inviertan en la adquisición y operación de sus propios satélites, contribuirá a optimizar tanto nuestros costes como nuestros recursos.
Bajo este modelo, los usuarios pueden acceder a una variedad de servicios satelitales, como imágenes de satélite de alta resolución, datos de teledetección, comunicaciones satelitales y seguimiento de activos, pagando solo por la cantidad de datos o servicios que necesitan en un momento dado. Además, el modelo SataaS ofrece flexibilidad y escalabilidad, permitiendo a las organizaciones ajustar sus necesidades según evolucionen sus operaciones o proyectos.
Los conflictos y peligro del futuro también harán que el sector Espacio vuelva la cabeza para velar por la seguridad de todos nosotros. Estas amenazas en algunos casos son totalmente inintencionadas y provienen del exterior, como es el caso del meteorito que una misión internacional (con la aportación de la industria española) consiguió desviar para evitar una posible colisión con la Tierra.

Otra tendencia a desarrollar durante los próximos años en el sector espacial será el ISR (Intelligence, Surveillance, and Reconnaissance).

La conjunción de Inteligencia, Monitorización y Reconocimiento podrá permitirnos contar con información detallada y en tiempo real para la toma de decisiones estratégicas y operativas. Detectar amenazas reales, así como la vigilancia de fronteras y puntos calientes del planeta será una prioridad para los estados durante los próximos años.
Más allá del ámbito de la seguridad, el campo civil también puede beneficiarse enormemente del ISR. El sector espacial nos permitirá un mejor aprovechamiento de nuestros recursos naturales y una mejor planificación de nuestras infraestructuras.
Todo esto deberá ir acompañado de una legislación que, a la vez que favorezca el desarrollo y progreso del sector espacial, lo haga garantizando los derechos y libertades de los ciudadanos.
AMAZONAS NEXUS
Febrero 2023
AMAZONAS_NEXUS
JUICE
Abril 2023
JUICE
EUCLID
Julio 2023
EUCLID
MIURA-1
Octubre 2023
MIURA_1
España, como país miembro de la Unión Europea y otros organismos internacionales, cuenta con las mayores garantías para poder sacar el máximo partido al potencial que encierra la tecnología espacial a la vez que permite que sus ciudadanos puedan disfrutar de sus avances de una forma responsable y garantista.
Fotónica
La integración de la fotónica en el sector espacial impulsa mejoras sustanciales en diversas áreas clave, empezando por el ámbito de las comunicaciones.
La transmisión de datos a través de enlaces ópticos, en contraposición a las radiofrecuencias convencionales, ofrece velocidades de transferencia notablemente superiores, crucial para gestionar grandes volúmenes de información entre el Espacio y la Tierra, y también entre satélites (OISL).
La integración de cargas útiles fotónicas también ofrece mejoras en términos de dimensiones físicas y potencia, lo que hace esta tecnología muy atractiva para los satélites VHTS (Very High Throughput Satellites). En el caso de satélites de un tamaño menor consiguen incrementar su capacidad de comunicación en entornos pequeños.
Curiosamente el avance del sector espacial en pos de una mayor sostenibilidad ha creado un problema específico: la basura espacial”
Adicionalmente, la fotónica está desempeñando un papel esencial en el avance de los sistemas de teledetección y observación espacial. Las cámaras a bordo ahora pueden capturar imágenes con una resolución y precisión mejoradas, potenciando así las capacidades de monitoreo y estudio de nuestro planeta y otros cuerpos celestes del Espacio mediante el uso de sensores ópticos y láseres en satélites.
La fotónica, en un futuro, también encontrará una aplicación en la propulsión espacial, ofreciendo sistemas optimizados para sondas y naves. Esta propulsión láser permitirá un transporte en el espacio más rápido y eficaz.
Distribución de claves cuánticas (QKD)
La distribución de claves por vía terrestre tiene una limitación física: actualmente solo es posible en envíos del rango de un centenar de kilómetros. Si queremos ser capaces de distribuir claves cuánticas entre dos puntos muy distantes en el globo terráqueo la única fórmula posible es gracias a los satélites. Esta necesidad es la que ha llevado a esta tecnología revolucionaria al Espacio.
QKD juega un papel fundamental en el fortalecimiento de la ciberseguridad de las misiones espaciales. La capacidad de establecer claves cuánticas de manera remota, incluso a distancias interplanetarias, asegura la integridad de los datos críticos transmitidos entre satélites, sondas y estaciones en la Tierra.
El avance cuántico también abre nuevas opciones en la construcción de una infraestructura de comunicaciones espaciales más robusta y resistente a posibles ataques cibernéticos. QKD, al basarse en los principios de la física cuántica, proporciona un nivel de seguridad que desafía los métodos de descifrado convencionales, consolidando así la protección de operaciones y datos sensibles en el Espacio.
Nanociencia
La nanociencia, también conocida como microciencia cuando se trabaja a escalas microscópicas, es otro de los catalizadores que están transformando la industria espacial. En primer lugar, la aplicación de nanomateriales en la construcción de materiales ligeros y resistentes supone un nuevo paradigma en la fabricación de componentes espaciales.
No solo reduce el peso de las naves, sino que también mejora su durabilidad y resistencia a condiciones extremas del Espacio, permitiendo misiones espaciales de larga duración.

En el ámbito de la propulsión, la microciencia también está trayendo nuevos desarrollos. Propulsores que aprovechan las propiedades únicas de los nanomateriales permiten un control más preciso y eficiente de las naves espaciales, permitiendo llevar a cabo misiones más rápidas y económicas.

Además, la nanociencia juega un papel crucial en el desarrollo de sensores y dispositivos miniaturizados para la exploración espacial. Nanosatélites y nanorobots pueden llevar a cabo misiones con mayor agilidad y versatilidad, posibilitando la recolección de datos y la investigación en el Espacio.
Del mismo modo los circuitos integrados fotónicos permiten transmitir grandes cantidades de datos a velocidades ultra rápidas a través de enlaces ópticos, a la vez que mejoran la precisión y la sensibilidad de los sistemas de sensores ópticos.
Procesamiento de datos
Una de las grandes tendencias en el sector espacial es la de dotar de mejores capacidades de procesamiento de información a los satélites que se envían al Espacio.
Dotándolos de una capacidad de respuesta más rápida se puede mejorar la transmisión de datos a la Tierra e incluso pueden propiciar su propia autogestión: administrar su propia energía, monitorizar el estado de sus sistemas y tomar decisiones, como activar rutas de respaldo, sin depender de un centro de control en la Tierra.
La nanociencia juega un papel crucial en el desarrollo de sensores y dispositivos miniaturizados para la exploración Espacial”
En el futuro, el procesamiento de datos también impactará en las propias comunicaciones espaciales. La implementación de técnicas de procesamiento en tiempo real permitirá una gestión más eficiente del ancho de banda, mejorando la transmisión de datos desde y hacia el Espacio. Esto es crucial para mantener la conectividad constante con misiones espaciales, lo que garantiza una comunicación rápida y confiable.
En el ámbito de la navegación espacial, el procesamiento de datos será esencial para calcular rutas, prevenir colisiones y optimizar la trayectoria de las naves. Algoritmos de navegación avanzados permitirán una mayor precisión en las maniobras y un mejor control de la posición de las naves espaciales.
Economía digital y Espacio El down stream

La economía digital demanda cada vez más datos y el Espacio ofrece capacidad para recogerlos de forma masiva y barata. En las últimas décadas, el coste para acceder al Espacio se ha reducido drásticamente, especialmente si de lo que hablamos es de situar un satélite en órbitas bajas, las más cercanas a nuestro planeta y en las que se concentra la actividad comercial. Al mismo tiempo, se han ido desarrollando satélites de tamaño cada vez más reducido que permiten desplegar grandes constelaciones de forma rápida y disponer de cobertura global.

Esta transformación ha llevado a que las actividades en el Espacio dejen de estar restringidas a unos pocos estados, capaces de movilzar grandes recursos públicos, y que la inversión privada se haya abierto camino.
Surgen así compañías que basan su actividad en la operación de infraestructuras espaciales y en la fabricación y comercialización de productos o servicios directamente relacionados con tecnologías espaciales o con la señal o datos recogidos por los satélites, en lo que se ha dado en llamar segmento downstream.
Esta es un área de límites difusos y difíciles de cuantificar, pero que encuentra sus vectores de crecimiento más importantes en las comunicaciones, la navegación por satélite y las técnicas de observación de la Tierra.
Las aplicaciones del downstream van desde los servicios meteorológicos, el estudio del cambio climático, la protección del medio ambiente, la respuesta ante emergencias y mitigación de riesgos ligados a desastres naturales hasta el respaldo al transporte, las operaciones logísticas, el acceso a internet, la difusión de contenidos de televisión o el acceso a comunicaciones de voz en zonas remotas.
El mercado de datos y servicios de observación de la Tierra está creciendo de forma sostenida y se prevé que doble su tamaño en la próxima década”
El informe de mercado elaborado por la Agencia de la Unión Europea para el Programa Espacial (EUSPA) apunta que los dispositivos dotados de sistemas de posicionamiento pasarán de 6.500 millones en 2021 a 10.600 millones en 2031. Y que el negocio downstream ligado a los servicios y dispositivos de posicionamiento global crecerá de 199.000 millones de euros en 2021 a 492.000 millones en 2031.
El astronauta de la ESA Paulo Nespoli ha probado la utilidad de las máquinas de IA © ESA
Por su parte, el mercado de datos y servicios de observación de la Tierra está creciendo de forma sostenida y se prevé que doble su tamaño en la próxima década, pasando de unos 2.800 millones de euros a 5.500 millones.

En este sentido, el despliegue de los servicios de posicionamiento global Galileo y de la constelación de satélites de observación Copernicus destacan como uno de los grandes vectores de crecimiento del downstream en Europa.

El acceso a los datos que prestan estas constelaciones es, en parte, público y tanto empresas como instituciones están haciendo uso de ellos para desarrollar aplicaciones y servicios. Así, por ejemplo, cada vez que se produce un desastre natural en cualquier parte del mundo, las autoridades pueden acceder a las imágenes recogidas para evaluar la situación, calcular el impacto de los daños y determinar cuál debe ser la respuesta más adecuada.
De la misma forma, a partir de las imágenes recogidas se desarrollan productos para reducir riesgos ligados al cambio climático o posibles desastres naturales, estudiando con antelación cómo afectaría a una ciudad o país una eventual inundación, incendios forestales, terremotos o tsunamis para así poder tomar decisiones y poner en marcha medidas que reduzcan su impacto y salvar vidas.
Equipo autónomo de robots cooperativos dotados de IA © Thomas Vögele
En el caso de Galileo, el número de aplicaciones comerciales es enorme y siguen creciendo día a día. Algunas de ellas están ligadas al transporte aéreo, que demanda datos de enorme precisión para determinar rutas aéreas eficientes o realizar aterrizajes y despegues en condiciones de baja visibilidad.
El Internet de las Cosas (IoT) viene, además, a incrementar la demanda de todos estos servicios y supondrá un nuevo impulso para el segmento del downstream. En Europa ya están surgiendo empresas cuyo plan de negocio está basado en ofrecer conectividad a los millones de sensores que se activarán en el mundo.
Ciudades inteligentes, industria 4.0, vehículos y carreteras inteligentes, todo estará conectado. También en la agricultura, donde los sensores facilitarán la monitorización precisa y sistemática de parámetros de humedad del terreno, nivel de radiación o cualquier otro factor que afecte a la cosecha y ayude a decidir cuándo plantar o recoger una cosecha, por ejemplo.
Rovers y Satélites dotados de IA
La inteligencia artificial (IA) está impulsando una nueva revolución industrial que afectará a todos los ámbitos de la economía, y el Espacio no será menos.
Una de las áreas en las que la IA resultará clave será la gestión de las grandes constelaciones de satélites.
Si hasta ahora los ajustes previos a la puesta en servicio de un satélite y las maniobras posteriores se venían realizando de forma manual, cada vez será más necesario contar con aplicaciones basadas en IA que automaticen y simplifiquen el enorme número de tareas necesarias para controlar cientos o incluso miles de satélites que deben volar de forma coordinada evitando posibles colisiones con otros satélites o restos de otras misiones.
El objetivo final es reducir la carga de trabajo de los operadores para ganar eficiencia y reforzar la seguridad y vida útil de los sistemas.
El uso de la IA también permite analizar grandes cantidades de datos recogidos por satélites y da la posibilidad de procesarlos directamente a bordo de los satélites. Así mismo permite elevar la calidad de las imágenes que se procesan y descubrir nuevos métodos de detección y seguimiento de objetos en la superficie de la Tierra.
Las técnicas de ‘aprendizaje por refuerzo’ permiten mejorar el control de la orientación del satélite para detectar cualquier objeto en la Tierra, como partículas y plásticos en los océanos.
En relación con esto, la Agencia Espacial Europea (ESA) financió en 2022 más de una decena de proyectos para estudiar cómo se pueden aplicar los últimos desarrollos de IA y avances que se están produciendo en la computación para contar con satélites más reactivos, ágiles y autónomos.
Algunas de las iniciativas que fueron seleccionadas analizan cómo los satélites equipados con IA podrían detectar de forma más eficaz fugas de metano y gestionar desastres desde el Espacio.
Los científicos europeos se han planteado desarrollar un gemelo digital del planeta Tierra y buscan ahora las aplicaciones que la idea podría llegar a tener”
Otros proyectos investigaron cómo los satélites inteligentes podrían respaldar las actividades de exploración en la Luna, conseguir que los vehículos lunares sean más independientes o incluso ayudar a las naves a navegar de forma independiente en entornos desconocidos.
Aunque la mayor parte de estas aplicaciones están aún en desarrollo, algunas de ellas ya se están comenzando a utilizar. La ESA las ha empleado, por ejemplo, para que sus rovers eviten obstáculos o para que la descarga de los datos recogidos por estos vehículos se realice de forma eficiente.
La misión Hera, que tiene como objetivo tratar de desviar un asteroide, también la emplea para navegar tal y como haría un vehículo autónomo, analizando datos recogidos por sus sensores para entender lo que ocurre a su alrededor y poder tomar decisiones de forma autónoma. En definitiva, las posibilidades que ofrece la IA son muchas y también servirán para prestar apoyo a científicos que tratan de detectar planetas susceptibles de albergar vida.
Un gemelo digital de la tierra
La mayor parte de las industrias utilizan los modelos llamados “gemelos digitales” para replicar sistemas, maquinaria o vehículos, conocer su estado y analizar cómo responderán si se cambia su configuración o se someten a un cierto nivel de estrés.
En el sector Espacial se ha ido un paso más allá. Los científicos europeos se han planteado desarrollar un gemelo digital del planeta Tierra y buscan ahora las aplicaciones que la idea podría llegar a tener.
Alimentado con datos de observación de la Tierra y todo tipo de medidas disponibles sobre el terreno, este gemelo permitiría visualizar y predecir la actividad humana, la salud del planeta y realizar todo tipo de simulaciones y estimaciones.
En 2020, la ESA ya lanzó las actividades precursoras para explorar los desafíos científicos y técnicos que supone desarrollar esta solución, que contempla la monitorización de bosques, masas de agua, casquetes polares, sistema de producción de alimentos, océanos y clima.
En 2022, la Comisión Europea lanzó oficialmente el proyecto para desarrollar la idea con el proyecto Destination Earth (DestinE), que reúne a la Agencia Espacial Europea (ESA), el Centro Europeo para Predicciones Meteorologicas a Medio Plazo (ECMWF) y la Organización Europea para la Explotación de Satélites Meteorológicos (Eumetsat) con el objetivo de desarrollar un modelo digital altamente preciso del planeta.Los primeros resultados se esperan para este mismo año y la réplica completa de la Tierra podría llegar en 2030.
Una nueva era para los lanzadores y cargueros
El 2022 fue un año récord con 186 lanzamientos al Espacio, 41 más que en 2021, lo que evidencia el momento de crecimiento que vive este segmento del negocio Espacial.
El mercado de lanzadores ha dado un giro en las últimas décadas, en las que hemos visto como Estados Unidos apostaba por convertir el acceso al Espacio en un servicio más que la NASA pudiese contratar externamente, en lugar de tener que desarrollar sus propias naves y lanzadores. Para ello puso en marcha el conocido programa COTS, hito que marcó un punto de inflexión en la industria.
La ESA puso en marcha un primer programa de carga comercial y fijó como objetivo que la empresa privada abastezca a la Estación Espacial Internacional en el año 2028”
A través de él se consiguió que en 2012 y 2013 los cargueros Dragón y Cygnos facilitasen, por primera vez en la historia, un servicio privado de transporte de carga a la Estación Espacial Internacional. Todo ello a un coste más competitivo y utilizando además soluciones innovadoras como los lanzadores reutilizables, una idea que revolucionaría el sector.
Una década después, en 2023, los ministros europeos reunidos en el Encuentro del Espacio celebrado en Sevilla decidieron seguir este ejemplo y dar un enfoque más competitivo al negocio espacial en nuestro continente, preparando a la ESA para que comenzase a demandar servicios de lanzamiento a compañías privadas.
Se reaccionaba así a los retrasos que se acumulaban en el desarrollo de nuevos lanzadores y se avanzaba hacia una liberalización de esta área, que quedaría cubierta, al menos en parte, por distintos proveedores que competirían para prestar el servicio.
El 2022 fue un año récord con 186 lanzamientos al Espacio, 41 más que en 2021”
Posteriormente, la ESA puso en marcha un primer programa de carga comercial y fijó como objetivo que la empresa privada abastezca a la Estación Espacial Internacional en el año 2028 para, en un siguiente paso, abordar también el transporte de astronautas.
La decisión venía a remover los cimientos del mercado de los lanzadores de pequeño tamaño, que hasta ahora trataban de cubrir con sus sistemas la demanda de las empresas que necesitan poner en órbita cargas reducidas, que no siempre encuentran acomodo en los grandes lanzadores a costes competitivos. Ante ellos, se abría ahora la oportunidad de fabricar cargueros y de plantearse el desarrollo en los próximos años de lanzadores de mayor tamaño.
Grandes programas Europeos
Comunicaciones
La nueva generación de antenas activas, tras el éxito alcanzado con EUTELSAT QUANTUM, ha dado paso a nuevas aplicaciones como por ejemplo en el ambicioso satélite SPAINSAT NG. Los primeros desarrollos ya se aplicaron en el Hispasat 36W1, en el IRMA a bordo de SPAINSAT, o la antena activa embarcada en GAIA.
La industria Espacial española tiene un papel pionero y relevante y revolucionará sin duda las comunicaciones por satélite, pudiéndose reconfigurar las antenas activas en órbita, lo que ofrece una máxima flexibilidad, además de la capacidad de mitigar posibles interferencias intencionadas o no.
Observación de la Tierra
Copernicus es el programa de observación de la Tierra en Europa por excelencia. Apoya acciones en los siguientes ámbitos: Atmosférico, marino, terrestre, cambio climático, seguridad y emergencias. Este programa permite acelerar la modernización de las infraestructuras, prestar servicios para garantizar y mejorar la calidad de vida mundial, entrenar Inteligencia Artificial y habilitar análisis de Big Data.
Es el proveedor número uno a nivel mundial en ofrecer datos e información del Espacio, más de 20TB al día, de manera gratuita y de acceso abierto para todos los usuarios. Actualmente en desarrollo, entre otros Programas, el LSTM, Land Surface Temperature Measurement, liderado desde España.
Navegación por satélite
Galileo es el Sistema Global de Navegación por Satélite (GNSS) propio de la Unión Europea (UE). No solo proporciona información de posicionamiento y tiempo con importantes implicaciones positivas para muchos servicios y usuarios europeos, sino que también permite a los usuarios conocer su posición exacta con mayor precisión que otros sistemas disponibles. Dispone de un servicio de libre acceso para posicionamiento y cronometraje.
También ofrece un servicio encriptado diseñado para dar una mayor rigidez y disponibilidad a la seguridad de comunicación por satélite. De otro lado, permite localizar a personas en situaciones de emergencia.
Asimismo, Galileo contribuye al desarrollo de otras áreas de aplicación como son la conducción autónoma y los drones de uso comercial.
Para hacer realidad la segunda generación de Galileo, GALILEO SG, la ESA y toda la industria europea, con un papel muy destacable de la industria española, están trabajando intensamente en el desarrollo de relojes atómicos ultra precisos, bancos de pruebas de sistemas, segmentos de misión y control terrestres en tierra y, por supuesto, los satélites que conformarán la constelación.
Comunicaciones digitales
IRIS2 es la nueva constelación de sa- télites de la UE que da respuesta a los desafíos de conectividad segura de la era digital. Ofrecerá capacidades de comunicación mejoradas a usuarios gubernamentales y empresas. Asimis- mo, hará frente a las zonas muertas de conectividad mediante su banda ancha con Internet de alta velocidad.
PAZ y PAZ-2
Es un satélite español de tecnología radar destinado, no solo a cubrir las necesidades de Seguridad y Defensa, sino también otras de carácter civil, pudiendo tomar más de 100 imágenes diarias de hasta un metro de resolución, tanto diurnas como nocturnas, y con independencia de las condiciones meteorológicas.
Todos conocimos sus prestaciones ante un desastre como el de la reciente erupción de La Palma.
La continuación del programa será en manos del nuevo Satélite PAZ-2, que dará respuesta a los nuevos requisitos operativos que tienen nuestras Fuerzas Armadas, con una resolución hasta 16 veces mejor.
SSA
El Programa de Conciencia Situacional Espacial o SSA (Space Situational Awareness por sus siglas en inglés) es un programa de la Agencia Espacial Europea (ESA) para apoyar el acceso europeo al Espacio y su utilización de forma independiente, a través de la entrega de información oportuna y precisa sobre el entorno Espacial y, particularmente, sobre las posibles amenazas a infraestructuras europeas, ya sean en órbita o en tierra.
Los tres ejes fundamentales de actividad son la Meteorología Espacial (Space Weather, SWE), la monitorización de los Objetos Próximos a la Tierra (Near Earth Object, NEO) y la Vigilancia Espacial y Seguimiento (Space Surveillance and Tracking, SST).
Galileo contribuye al desarrollo de otras áreas de aplicación como son la conducción autónoma y los drones de uso comercial”
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