Desde que el telescopio espacial James Webb fuese lanzado el pasado 25 de diciembre desde la Guayana
Francesa, son muchas noticias las que ya hemos recibido
de él, empezando por el despliegue de su antena de trasmisión cuatro días después de su despegue y gracias a la
cual se envían 28,6 GB de datos dos veces al día.
En este sentido, dos semanas después de su lanzamiento el telescopio siguió correctamente con sus despliegues
hasta llegar al de su espejo principal, empleado para recolectar la luz infrarroja del universo y poder ofrecer las
primeras imágenes “útiles” este verano, casi alcanzando
su destino final.
Dos semanas más tarde el telescopio llegó a su órbita
final, después de casi un mes de su lanzamiento, y consiguió emplear la menor cantidad de propulsor posible con
el objetivo de alargar lo máximo sus operaciones, es decir,
su vida útil. De esta manera, el James Webb se posicionó
en la órbita que le permite tener “una visión amplia del
cosmos en cualquier momento”, explicaba la Agencia Espacial Europea (ESA).
Pero la comprobación del éxito de su llegada y colocación final la proporcionó poco después el telescopio ‘Elena’ que capturó, desde Italia, una imagen del James Webb
aún estando a 1,4 kilómetros de la Tierra. Esta fotografía
sirvió para confirmar que el telescopio estaba ya completamente despegado con su protector solar y espejos.
Desde entonces, el James Webb ha comenzado a trabajar y a principios de febrero capturaba los primeros fotones de una estrella distante situada a casi 260 años luz de distancia.
Por su parte, la NASA ha compartido una imagen en la que se aprecian los 18 segmentos del espejo principal del telescopio espacial James Webb alineados de forma correcta.
La imagen, tomada a través de la cámara de guía del telescopio, muestra la estrella HD 84406 como referencia. Los ingenieros de la NASA explicaban cómo en los últimos días se han realizado la segunda y tercera fase de las siete de las que consta la alineación del espejo.
Completed image stacking
Al proceso de enfoque le queda, por tanto, camino por
recorrer, pero hemos pasado de aquella imagen con 18
puntos luminosos a una con todos esos puntos reunidos
en uno solo, como debería ser. La finalización de este proceso, conocido como Segment Alignment, fue un paso
clave antes de superponer la luz de todos los espejos
para que puedan trabajar al unísono.
Durante las fases de alineación de espejos, el equipo
está utilizando NIRCam para capturar espectros de luz
de 20 parejas separadas de segmentos de espejos. Esto
ayuda al equipo a identificar y corregir el desplazamiento
vertical entre los segmentos del espejo o las pequeñas
diferencias en sus alturas. Esto hará que el único punto
de luz estelar sea cada vez más nítido y enfocado en las
próximas semanas.